domingo, 22 de mayo de 2011

Critica de Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas

Tras una trilogía que termino sufriendo el efecto Matrix (empezar bien, pero terminar siendo la cosa más aparatosa de la historia), Disney y el imparable Jerry Buckheimer se lanzaron al abordaje de una nueva entrega, que daría pie a una nueva trilogía. Para ello, tocaba hacer limpieza: primero, Gore Verbinski, el director de la trilogía original, quedó fuera a favor de un director algo más clásico, como Rob Marshall. Segundo, limpieza en el reparto: Keira Knightley y Orlando Bloom no repetirían. Algo lógico, teniendo en cuenta que su historia de amor estaba acabada desde la segunda parte.

Con parte de lo que hizo grande la trilogía original fuera, ¿Que nos queda? Pues, la verdad, mucho.

Esta nueva entrega parece ser que se hace eco de las quejas de la gente, sobre todo después de la tercera parte, ofreciendo un desarrollo mucho más cercano a la primera entrega, es decir, a la de una peli de aventuras de toda la vida. Jack Sparrow es enviado por el Rey Jorge de Inglaterra a la búsqueda de La Fuente de la Eterna Juventud, sitio, que por lo visto, es conocido por  Sparrow. La búsqueda de la fuente se convierte en una carrera cuando descubren que tras ella van también los Españoles y el temido Pirata Barba Negra.

La verdad que es de agradecer la sencillez de la propuesta, que puede chocar con lo visto en las anteriores entregas, ya que, además, la película ha perdido (para bien) en espectacularidad. Todo destila un aire clásico en plan La Isla de las Cabezas Cortadas, con multitud de luchas de espada, persecuciones con dobles y no con muñecos digitales y la ausencia total de criaturas enormes devora barcos. Vaya, que los fans de las aventuras a la vieja escuela estarán contentas.


Tal vez se le pueda echar en cara que a la mitad de la peli pega un bajón en el ritmo considerable pero que se le perdona por las continuas idas de pinza de nuestro capitán favorito, un inmenso Jonnhy Depp, mucho más comedido esta ocasión, pero ttambiénmucho más divertido en sus gags. Por otra parte, la ausencia de los cansinos Will y Elizabeth (Bloom y Morritos Knightley) da lugar a otras historias de amor: por una parte, la de el propio Sparrow con la bribona Angelica (una ENORME Penélope Cruz), antiguo amor, y que da pie a algunas de las situaciones más divertidas de la película, y por otra parte, la de la Sirena con el Misionero Philip, típica historia de amor prohibido con ínfulas de amor trágico. Destacar, además, que las Sirenas protagonizan la escena más espectacular de la película, dónde Disney golpea de un plumazo la bondad de su Sirenita Ariel y muestra a estos seres como lo que no nos han enseñado los cuentos, y que en realidad son: unas arpías sedientas de sangre y manubrio masculino.


No puedo terminar sin destacar tampoco las interpretaciones de Geoffrey Rush e Ian Mcshane, el mítico Barbossa (con una pata de palo esta vez, ya era hora) y Barba Negra, respectivamente.

En definitiva, no es la mejor peli de piratas de la historia, pero desde luego, es la mejor entrega de la saga desde La Maldición de la Perla Negra.

Lo mejor: la química entre Sparrow y Angelica, y todos los interpretes. La escena del ataque de las Sirenas.

Lo peor: La historia de amor entre Syrenia y el misionero Philip, huele a Twilight. Un ritmo irregular de la peli...

No hay comentarios:

Publicar un comentario