martes, 8 de marzo de 2011

Eden Lake. Terror puro y duro. Y Fassbender.

Una parejita feliz decide pasar el fin de semana en un placido lago. Lo que comienza siendo un fin de semana agradable, se tornará molesto por culpa de unos niñatos que se dedican a hacer ruido y a molestar a la pareja (como cuando en el río están los típicos con el Reaggetton a todo volumen, pues parecido a eso). En un momento concreto, Él, Steve, decide recriminar a los mozos su actitud. Bendita la hora. Porque los jóvenes, que le dan al pegamento, convertirán el lugar en una pesadilla.

No hace falta decir que originalidad, lo que se dice originalidad, la película no tiene. Pero destaca por varios motivos. Primero, porque esta “revenge movie” esta rodada como dios, trepidante como pocas en la que la acción recae exclusivamente sobre su actriz protagonista, Kelly Reilly (siendo su novio, el guapísimo Michael Fassbender) y los malditos niños. Ay, Los Niños... ya lo vimos con la estupenda Quien puede matar a un niño de Ibáñez Serrador o en la reciente The Children: tras esos dientes mellados, esas pecas o esa aparente inocencia se esconde alguien a la altura de Jason Voorhes, y todo sin necesidad de máscaras ni traumas, sino el placer de matar porque sí.

Fassbender se las ve venir...

La película posee el suficiente poder de fascinación como para mantenernos atentos durante la hora y media que dura, todo ello aderezado de gore, tensión y terror puro y duro. Bienvenidos a una autentica pesadilla.

Angelitos...

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