viernes, 6 de agosto de 2010

Halloween 2 de Rob Zombie: brutalidad y sangre

 Si con La casa de los 1000 cadáveres, Rob zombie se manifestó como una de las promesas del terror actual, esto quedó confirmado de sobra con su excelente revisión de Halloween que vimos hace un par de años, bastante alejada de lo que tenemos en mente como un slasher al uso, y con una estética oscura y sucia que se ha convertido en la marca personal de su director. Afortunadamente, con H2 mantiene sus señas de identidad, y lo que es mejor, ha hecho lo que le ha dado la gana, una vez quitado el sambenito del remake del clásico de Carpenter. No obstante, ternemos que adelantar que H2 no es un remake, sino una secuela del anterior Hallowen de Zombie.



Para bien y para mal.

Todo el aspecto artístico del film es genuino y cuidado al máximo, la ambientación, el uso de la cámara, los montajes paralelos, el uso de la música (genial la secuencia de la fiesta de Halloween que se montan una Laurie y sus amigas vestidas a lo Rocky Horror Picture Show da fe de ello)… Zombie sabe muy bien lo que quiere, y lo plasma a la perfección, mostrando, por otra parte, algunos de los crímenes cinematográficos más viscerales y escalofriantes del cine reciente, tanto en su ejecución como en el resultado. Un ejemplo es el brutal comienzo, una especie de homenaje – remake de la segunda entrega que transcurre en un hospital…


Dónde pincha sin duda alguna, y es dónde más hincapié han puesto los detractores del film, es en algunos elementos del guión. La idea es magnifica, ya que da un giro de tuerca a las bases de una saga bastante deteriorada a nivel argumental. Los sueños de Myers, su relación con su hermana Laurie Strode, y demás provoca algunos momentos inquietantes (tómese el ejemplo de ese perturbador banquete familiar de los Myers, con todos los miembros con calabazas por cabeza) pero contrastan terriblemente con ciertos momentos de pretendida carga…¿¿poética?? protagonizadas por Sheri Moon y… un caballo blanco. No dudo que la idea sea buena, pero la forma en la que se plasma resulta por momentos hasta cómica.

El resultado no es para nada la aberración fílmica se que ha anunciado, pero adolece de ciertos fallos que acaban pasando factura, siendo además los más comunes en este tipo de películas (caballos blancos aparte) como los estereotipos aplicados a ciertos personajes o un final totalmente anticlimático. Pero de ahí a considerarla la peor de una saga, que desde la cuarta entrega directamente apesta, hay un trecho.


En definitiva, Halloween 2 merece más de una revisión para destapar todas sus virtudes, pero puede que muchos espectadores no estén dispuestos a esto, (y con razón) puesto que Rob Zombie se ha pasado de la raya con este film de autor que quiere ser slasher… que quiere ser de autor. Y como decía al principio: para bien, y para mal.

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